Disfrutar de planes al aire libre es lo que más nos apetece en los meses de verano. Por eso, si nuestro hogar cuenta con terraza o jardín, tener acondicionas estas zonas, hará que nos sintamos a gusto en ellas y nos apetezca disfrutarlas. Una opción decorativa sencilla y práctica es incorporar grava decorativa para tu jardín. Esta tiene la capacidad de darle un toque exclusivo a aquellos espacios en los que se coloca.
Años atrás las gravas, únicamente, se empleaban en el sector de la construcción. Sin embargo, actualmente han pasado a convertirse en una opción paisajística más. Y es que, además de la estética que aporta, esta alternativa decorativa es muy demandada, debido a las ventajas que presenta.
¿Por qué incorporar grava decorativa para tu jardín?
No se precisa de ningún tipo de instalación.
No requiere mantenimiento.
Mientras que otras opciones como el césped necesitan mucha agua, la grava no la necesita. Por tanto, es un opción más sostenible y económica.
Contribuye a preservar la humedad de la tierra, de manera que ayudará a que las plantas crezcan mejor.
Asimismo, en el mercado podemos encontrar diversos tipos de gravas:
Por un lado, está la grava de canto rodado. Se trata del tipo de grava más común. Es de color blanco y forma redondeada.
Por otro lado, se encuentran las rocallas. Este tipo de grava se compone de conjuntos grandes de piedras que se caracterizan por las hendiduras de las piedras calizas.
Otro tipo de grava son los bolos. Estos pueden ser de distintos materiales como mármol, cuarzo, granito, basalto o arenisca. Estas piedras únicamente se destinan para decorar jardines y acuarios.
Y, por último, podemos encontrar la grava volcánica, la cual se trata de un árido triturado, procedente de zonas volcánicas.
En definitiva, si estás pensando en darle un aire diferente a la zona exterior de tu hogar, emplear grava decorativa, te puede brindar una gran variedad de opciones. Y si tienes dudas, ¡pregúntanos! En Transparetón estaremos encantados de poder ayudarte.